viernes, 19 de junio de 2009

Andrés Fontana, analista internacional.

LA COMUNICACIÓN GENERA LA APERTURA DE LOS PAÍSES AISLADOS

La llegada de la médica cubana a Argentina produce “mucha alegría”, reflexionó el analista internacional Andrés Fontana ante los micrófonos de Primera Mano al explicar que “debido a que el caso se involucró mucho en la vida de todos los argentinos”.

Fontana explicó que Molina era una persona sobre la cual “no había motivos políticos para negarle la visita a sus nietos, a su madre y a su hijo. Es una médica, no ha tenido militancia, no se hizo parte del régimen y eso es lo que ella dice que fue el motivo de que la castigaran negándole el permiso de salida.”

En ese sentido puntualizó que este acontecimiento representa, en el marco de lo político, que, como hipótesis, que el régimen cubano está amoldándose a nuevos tiempos, “donde hay señales muy fuertes desde afuera, de buena voluntad y de respaldo para cambios graduales”.

Con respecto a Cuba y el gobierno de Fidel Castro, Fontana explicó que los más perjudicados fueron los que viven en Estados Unidos, que son los que mantienen una “postura crítica” y de “querer tomar revancha”, debido a lo que ellos pasaron. Sin embargo aclaró que, desde la llegada de Barack Obama al poder, ese grupo perdió fuerza y la gente “se volvió más moderada”.

El analista explicó esta situación mediante la mezcla de tres factores: el hecho de que las familias quieren juntarse, la cuestión política e internacional y la cuestión económica. Respecto a esta última, tiene que ver con países que están invirtiendo en Cuba para cuando haya un cambio político y la isla se transforme en un lugar de atracción para las inversiones económicas.

En tanto, sintetizó en que la “transición democrática” que se espera que haya en Cuba, no tiene que ver sólo con un cambio de régimen político sino que involucra todas las cuestiones anteriores, económica, internacionales, etc.

“La situación es muy mala: el ser humano se acostumbra a prácticamente todo, pero el problema está en la comparaciones”.

Fontana comentó que esto se debe a las comunicaciones, que muestran “cosas relacionadas al consumo”, que para el que no tienen tanto acceso, “se transforma en una fuente de mucho descontento y frustración con su propia vida.”

Por otro lado se refirió a la situación en Irán y marcó la diferencia en cuanto a la realidad en Cuba: “Creo que en este caso estamos hablando de la situación interna de la gente, de su vida. Hay un problema esencialmente cultural, debido a que la cultura está basada en una presencia muy fuerte de la religión de una manera muy restrictiva”.

Fontana reflexionó que los jóvenes y las mujeres, que son aquellos que tienen más restricciones en su acceso a las cosas y en su libertad, “están aspirando a otros niveles y aunque no hay una gran rebelión por parte de ellos, sus acciones se ven reflejadas en la política interna de Irán”.

En cuanto a la situación de ambos países el analista concuerda en que las comunicaciones influyen y afectan a los países que se encuentran cerrados o más alejados de la comunidad internacional, porque permiten que se muestren más fácilmente las diferencias sociales.

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